Cuando se deja el chaleco reflectante expuesto a la luz durante largos períodos de tiempo, la luz puede comenzar a dañar sus partículas reflectoras, lo que hace que el chaleco pierda su reflectividad.
La luz ultravioleta, los rayos solares y otros factores externos pueden también dañar el material del chaleco, haciendo que se vuelvan frágiles y finos, y reduzca su capacidad de reflejar la luz.
Además, los elementos como la descomposición química, el agua, el polvo y la suciedad pueden acumularse en el chaleco, afectando su reflectividad. Estos factores hacen que el chaleco pierda paulatinamente sus capacidades reflectantes.
